miércoles, 23 de junio de 2010
Retratos
Los retratos han estado con los hombres casi desde la prehistoria, siempre hemos querido preservar las imágenes de nuestros seres queridos y en muchísimas ocasiones, la propia imagen.
Los retratos se hicieron en pintura y escultura hasta la aparición de la fotografía en 1839, cuando el afán de la clase media por poder plasmar sus rostros de una manera económica. Ellos impulsaron ésta nueva técnica, ya que hasta ese momento, sólo las personas adineradas podían costearse una pintura de si mismos.
Cuando se comenzó a popularizar el arte de la fotografía, las cámaras y procesos eran muy lentos y tomar una imagen requería de varios segundos. Para hacer una toma de un paisaje, esto no representaba ningún problema, pero para una persona quedarse inmóvil, era casi imposible.
Muchas veces el fotógrafo debía sentar a su cliente en una silla especial y colocarle un artefacto para sostener la cabeza y así evitar que la moviera. En los primeros retratos las personas aparecían con los ojos cerrados y debían retocarlos a mano para que la persona pareciera más natural.
Al popularizarse la fotografía, hubo una explosión de estudios fotográficos en todo el mundo que ofrecían las tarjetas de visita, en las que el fotógrafo tomaba diferentes poses y luego imprimía para que sus clientes las utilizaran como tarjetas de presentación personal.
En un principio los retratos buscaban parecerse a la pintura. Las poses, los fondos y las expresiones buscaban una similitud con la pintura clásica. En esa época sólo había fotografía en blanco y negro y muchos artistas coloreaban o “iluminaban” las fotografías para hacerlas más reales.
En 1888, el norteamericano George Eastman, fundó su empresa Kodak y puso al alcance del público el poder de tomar sus propias imágenes. Con su famosa frase “sólo oprima un botón, que nosotros hacemos el resto” logró que millones de personas alrededor del mundo pudieran tener sus propias cámaras y fotografiar su vida diaria.
Para mediados del siglo XX tener un retrato de sí mismo, era algo de la vida diaria y la fotografía a color ya se había extendido. Los rostros de millones de personas han quedado plasmados para la posteridad.
Richard Avedon
BIOGRAFIA
Reconocido fotógrafo de modas y gran retratista, comenzó su carrera profesional en los años 1950 realizando espléndidos trabajos de moda para la revista Harper's Bazaar, donde acabó convirtiéndose en Jefe de Fotografía. Posteriormente, habría de colaborar igualmente con otras revistas como Vogue, Life y Look. Sin duda alguna, fue el gran fotógrafo de la moda durante los años 1960 y 70. En sus trabajos consiguió elevar la fotografía de moda al rango de lo artístico, al conseguir acabar con el mito de que los modelos debían proyectar indiferencia o sumisión. Por el contrario, en sus fotografías los modelos eran personajes libres y creativos en sus gestos dentro de escenarios dinámicos y bajo esquemas compositivos previamente decididos.
En los años 1960, Avedon se reveló como un artista comprometido con las inquietudes sociales de su tiempo. Durante el año de 1963 fotografió el Movimiento por los Derechos Civiles en el sur de los Estados Unidos, colaborando en los siguientes años con James Baldwin en el libro Nothing personal. A finales de los 1960 y principios de los 1970, Avedon realizó reportajes sobre líderes militares y víctimas en la Guerra de Vietnam y manifestaciones anti-guerra en los Estados Unidos para el diario New York Times. En la Navidad de 1989-1990 marchó a Alemania para documentar una ciudad dividida en dos mundos diferentes la noche en que caía el Muro de Berlín.
Sus retratos, aparentemente sencillos pero profundamente psicológicos, de personalidades famosas y desconocidas posando frente a un inmaculado fondo blanco, muestran a un cuidadoso fotógrafo capaz de plasmar en papel fotográfico rasgos inesperados de los rostros de personajes de la envergadura de Truman Capote, Henry Miller, Humphrey Bogart o Marilyn Monroe, entre muchos otros. Su método era sencillo pero efectivo, la derrota anímica del contrario fotografiado a través de largas y cansadas sesiones de hasta cuatro horas. Así desnudo, el retratado e indefenso era capaz de mostrar su personalidad más sincera.
En el año 1979 comenzó el que habría de convertirse en uno de sus trabajos más importantes. Por encargo del Museo Amon Carter, de Fort Worth, Texas, Avedon dedicó cinco años a recorrer el oeste de los Estados Unidos para documentar a las personas que nunca escribirían la historia de su país. En esta obra, titulada In the american west, nos presenta a granjeros, mineros, vagabundos, prostitutas, amas de casa, presos, vaqueros de rodeo o empleados de pequeñas oficinas, etc. en fotografías de gran formato tomadas con luz de día, al aire libre y como siempre, ante un fondo blanco. Nada hay en ellos del sueño americano o de la tierra prometida, pero son retratos de individuos que han sido observados y artísticamente elevados por la cámara de Avedon mediante una composición sobria, logrando así una considerable fuerza expresiva.
Al término del proyecto, Avedon había recorrido un total de 189 poblaciones en 17 estados; había fotografiado a 752 personas utilizando alrededor de 17.000 placas de película. De ésta colección, escogió 123 retratos que conformarían la serie In the american west 1979 – 1984.
Además del gran formato utilizado para sus fotografías de moda o retratos, desarrolló una obra en paralelo, utilizando el paso universal, que refleja sus vivencias más personales, como viajes o recuerdos familiares.
Algo muy profundo subyace a lo largo de toda la obra de Avedon y, sin embargo, no siempre se ha acertado a concretar en los trabajos realizados en torno a su figura. Es una preocupación sincera, pero a veces elegantemente obsesiva. El tiempo, la vejez y sus tensiones, resulta ser el motivo fundamental en la obra de Avedon. Vemos en su arte cómo nos habla directamente del paso del tiempo y su influencia en el ser humano, y, cómo no, del camino hacia la muerte. Son esos retratos descontextualizados que aparecen ante la cámara sin maquillaje, fatigados o tristes, tal y como se encontraban en ese momento, los que claramente denotan esta inquietud. El final de su libro Portraits (1976), por ejemplo, culmina de forma tremenda pero magistralmente tratada con una serie de siete fotografías de su padre envejeciendo gradualmente hasta que parece haberse integrado en la luz que le rodea.
El 25 de septiembre de 2004 Avedon sufrió una hemorragia cerebral en San Antonio, Texas, mientras se encontraba en una sesión fotográfica para un proyecto encargado por la revista The New Yorker, el cual se titulaba «On democracy», y se enfocaba en el proceso electoral del 2004 en los Estados Unidos; se trataba de retratos de candidatos, delegados de las convenciones nacionales, entre otros involucrados en el tema. Murió en la misma ciudad el 1 de octubre de ese año a consecuencia de las complicaciones médicas.
En el año 1991 recibió el Premio internacional de la fundación Hasselblad.
Técnica
Avedon no se conforma con la ‘técnica estándar’ de fotografía de moda,
donde los modelos estaban parados sin emitir emociones y aparentemente
indiferentes a la cámara fotográfica. En su lugar, Avedon muestra emociones,
sentimientos, personajes libres y creativos en sus gestos dentro de escenarios dinámicos
y bajo esquemas compositivos previamente decididos. Otro de sus rasgos característicos
que muestra su fotografía son sus fondos, casi siempre blancos.
Su fotografía, aparentemente sencilla pero profundamente psicológica consigue enganchar y atrapar rostros de la talla de personalidades famosas de la época como Truman Capote, Henry Miller, Humphrey Bogart o Marilyn Monroe, entre muchos otros a través de sesiones larguísimas que conseguian agotar al retratado desnudándole hasta mostrar su personalidad más sincera víctima del cansancio.
Empezando con la Rollei, pasando por las cámaras de gran formato, Avedon utiliza además el paso universal para reflejar sus vivencias más personales, como viajes o recuerdos familiares.
Durante estos periodos Avedon, Rolleiflex y objetivos Plannar en mano, creó dos famosas series de retratos para los Beatles. Su fama va en aumento y sus trabajos consiguieron hacer cambiar la concepción de la fotografía de moda elevándola al rango de lo artístico.
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Datos:
-Desde los años sesenta Avedon se muestra como un artista comprometido con las inquietudes sociales de su tiempo, desde fotografiar a los pacientes de hospitales medicos, fotografiar el Movimiento por los Derechos Civiles en el Sur de los Estados Unidos en 1963, reportajes sobre líderes militares, manifestaciones contra la guerra del Vietnam, o documentar en 1989-1990 la ciudad de Berlín dividida en dos mundos diferentes la misma noche que caía el muro.
-En 1979 y por encargo del Museo Amon Carter, de Fort Worth (Texas), Avedon dedicó seis años a recorrer el Oeste de los Estados Unidos para fotografiar personas que nunca escribirían la historia de su país. A través de una cámara de gran formato, a la luz del día y con su característico fondo blanco retrata a mineros, vagabundos, adolescentes, prostitutas, granjeros, etc.. que le valió una fuerte crítica en su país por ser considerada una antítesis de la visión y sueño americano. 752 personas fueron retratadas tirando unas 17.000 placas de película de las cuales se quedó con 123 para documentar la serie In The American West.
-Avedon ganó innumerables premios de fotografía, incluído el premio internacional de maestros fotográficos en 1993, el Prix Nadar en 1994 por su libro Evidence o la medalla de la Royal Photographic Society en el 2003.
donde los modelos estaban parados sin emitir emociones y aparentemente
indiferentes a la cámara fotográfica. En su lugar, Avedon muestra emociones,
sentimientos, personajes libres y creativos en sus gestos dentro de escenarios dinámicos
y bajo esquemas compositivos previamente decididos. Otro de sus rasgos característicos
que muestra su fotografía son sus fondos, casi siempre blancos.
Su fotografía, aparentemente sencilla pero profundamente psicológica consigue enganchar y atrapar rostros de la talla de personalidades famosas de la época como Truman Capote, Henry Miller, Humphrey Bogart o Marilyn Monroe, entre muchos otros a través de sesiones larguísimas que conseguian agotar al retratado desnudándole hasta mostrar su personalidad más sincera víctima del cansancio.
Empezando con la Rollei, pasando por las cámaras de gran formato, Avedon utiliza además el paso universal para reflejar sus vivencias más personales, como viajes o recuerdos familiares.
Durante estos periodos Avedon, Rolleiflex y objetivos Plannar en mano, creó dos famosas series de retratos para los Beatles. Su fama va en aumento y sus trabajos consiguieron hacer cambiar la concepción de la fotografía de moda elevándola al rango de lo artístico.
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Datos:
-Desde los años sesenta Avedon se muestra como un artista comprometido con las inquietudes sociales de su tiempo, desde fotografiar a los pacientes de hospitales medicos, fotografiar el Movimiento por los Derechos Civiles en el Sur de los Estados Unidos en 1963, reportajes sobre líderes militares, manifestaciones contra la guerra del Vietnam, o documentar en 1989-1990 la ciudad de Berlín dividida en dos mundos diferentes la misma noche que caía el muro.
-En 1979 y por encargo del Museo Amon Carter, de Fort Worth (Texas), Avedon dedicó seis años a recorrer el Oeste de los Estados Unidos para fotografiar personas que nunca escribirían la historia de su país. A través de una cámara de gran formato, a la luz del día y con su característico fondo blanco retrata a mineros, vagabundos, adolescentes, prostitutas, granjeros, etc.. que le valió una fuerte crítica en su país por ser considerada una antítesis de la visión y sueño americano. 752 personas fueron retratadas tirando unas 17.000 placas de película de las cuales se quedó con 123 para documentar la serie In The American West.
-Avedon ganó innumerables premios de fotografía, incluído el premio internacional de maestros fotográficos en 1993, el Prix Nadar en 1994 por su libro Evidence o la medalla de la Royal Photographic Society en el 2003.
Comentarios
Generalmente, las fotos de Avedon, representan mucho mas que una simple fotografía de publicidad o moda, él retrata a sus personajes en todo sentido, nos da a conocer la personalidad del retratado y nos muestra el lado más humano de personas que quizás podemos considerar inalcanzables.
La utilización del fondo blanco, hace aun más interesante las fotos, ya que no existe nada mas además del personaje que nos distraiga o desvíe nuestra atención. Utiliza generalmente una iluminación de estudio, de muy alta calidad, para así lograr fotografías fantásticas.
Creo que es el mejor representante para fotógrafos publicitarios, ya que mezcla la publicidad con la espontaneidad en sus trabajos, es la representación del arte a través de la simpleza, ya que la mayoría de sus fotografías son capturadas en blanco y negro; sin necesidad de resaltar o exaltar colores o atributos de sus retratados, nos entrega un trabajo sin igual.
Es esto lo que pretendo lograr con mis fotos, demostrar que además de la relación que posee la publicidad con el comercio y la compra desmesurada, existe un trasfondo, existe un alma en los retratos, nos muestran emociones y sentimientos que quizás a simple vista no seamos capaces de distinguir y sólo veamos la publicidad como un incentivo a la compra de algún objeto; pero que si miramos detenidamente, podemos encontrar mucho más que una simple expresión fingida en un modelo.
La utilización del fondo blanco, hace aun más interesante las fotos, ya que no existe nada mas además del personaje que nos distraiga o desvíe nuestra atención. Utiliza generalmente una iluminación de estudio, de muy alta calidad, para así lograr fotografías fantásticas.
Creo que es el mejor representante para fotógrafos publicitarios, ya que mezcla la publicidad con la espontaneidad en sus trabajos, es la representación del arte a través de la simpleza, ya que la mayoría de sus fotografías son capturadas en blanco y negro; sin necesidad de resaltar o exaltar colores o atributos de sus retratados, nos entrega un trabajo sin igual.
Es esto lo que pretendo lograr con mis fotos, demostrar que además de la relación que posee la publicidad con el comercio y la compra desmesurada, existe un trasfondo, existe un alma en los retratos, nos muestran emociones y sentimientos que quizás a simple vista no seamos capaces de distinguir y sólo veamos la publicidad como un incentivo a la compra de algún objeto; pero que si miramos detenidamente, podemos encontrar mucho más que una simple expresión fingida en un modelo.
Bibliografia
http://www.fotosigno.com/
http://www.richardavedon.com/
http://www.gutllar.com/2010/01/como-no-podia-ser-de-otra-forma-para-mi.html
http://www.richardavedon.com/
http://www.gutllar.com/2010/01/como-no-podia-ser-de-otra-forma-para-mi.html